divendres, 4 de novembre del 2011

Los aparejamientos

1º Parte: El aparejamiento para concursar.
Readaptación del estudio
“Los aparejamientos”, publicado
 en 1986 por la Escuela
Colombófila Belga,
bajo la dirección de
Luis Schlusmans y facilitado
por Félix Martín Vilches

El estudio de los aparejamientos es muy atractivo e interesante. Este tema tiene mucha repercusión en los éxitos del colombófilo. El dar una hembra a un macho es, en si mismo, un hecho muy trivial. En eso concretamente consiste el emparejamiento. Pero...como procurar a una paloma la pareja que le corresponde? he ahí la piedra de toque, la dificultad que muy pocos saben resolver de una manera perfecta o como mínimo aceptable.

Cuantas veces en los emparejamientos para correr hemos visto incrédulos que las mejores palomas de conformación extra y que debían destacar en los concursos no se distinguían por así decir, en nada a otras palomas mediocres? la respuesta es simple: esos sujetos no habían perdido sus cualidades, simplemente todo lo que se observaba es que estaban mal casados.
En esas palomas se había cambiado frecuentemente la hembra que adoraban y por la cual hacían proezas. Era suficiente con que se les devolviera la compañera por la cual ellos vivían, para que volvieran a ser lo que una vez fueron: corredores extras.
En este artículo partiremos de un principio esencial: “un emparejamiento realizado en vista de la reproducción no conviene a veces  en vista de las carreras y viceversa”.
Los emparejamientos para correr se realizan con el objetivo de destinar uno de ellos o los dos a participar en las carreras.
El problema fundamental al llevar a cabo el aparejamiento de dos palomas consiste en procurarle al macho la hembra que lo hará feliz, aquella por la que su amor se dedicará sin reservas: aquella que será la causa de sus proezas. (Lo que digamos aquí sobre el macho es igualmente aplicable a las hembras).
Es a partir de este punto cuando se complica todo. La experiencia nos ha demostrado que un macho busca siempre preferentemente una compañera cuya coloración del plumaje es opuesta a la suya. Si nos fijamos, un macho oscuro siempre se apareará con una hembra clara, por ejemplo, un bronceado con una azul o un rodado con una azul.
Si nos fijamos, un plumaje ascuro es dominante con respecto un plumaje claro. Es esta regla la que llevaremos simpre como principio a la hora de aparejar. Así pues, procuraremos también que las dos palomas presenten círculos de correlación en donde los íris sean opuestos. Por ejemplo: blanco en una y rojo en la otra; rojo en una y amarillo en otra o viceversa...de manera que un color sea dominante sobre el otro.
Estas condiciones son raramente respetadas y, sin embargo, son las que se suelen producir de forma natural, son un método aplicado por las propias palomas cuando tienen total libertad para elegir sus parejas. Para darse cuenta, es suficiente con soltar un macho, el más inteligente, un extra a nivel competitivo entre una docena de hembras con todos los tipos de apariencias y colores, es entonces cuando comprobaremos que preferirá a una hembra con todas las condiciones que hemos citado anteriormente con relación al tamaño y el color del plumaje y del ojo, en tanto y cuando esa hembra exista en el lote.
Por otro lado, cuando el macho y la hembra estén destinados a correr, es evidente que a los dos los elegiremos de entre palomas extras bajo cualquier tipo de rendimiento, es decir, entre los más aptos para realizar un retorno rápido e inmediato.
En el caso de que solo el macho sea el que compite, el valor competitivo de la hembra no reviste ninguna importancia, con tal de que posea un color de plumaje opuesto al del macho, un circulo de correlación opuesto y un tamaño diferente sobra. En una palabra: que sea ella la hembra ardientemente deseada.
Con respecto al carácter, si emparejamos dos palomas con un tipo de carácter fuerte no se establecerá entre ellos una buena conexión puesto que no se entenderán entre ellas. Si una de las palomas se pliega a las exigencias de la otra y se somete completamente a su carácter dominante, se creará entre ellas un ambiente de paz total y de amor profundo. Condición esencial para poder llegar al éxito.
Existen, como en todo, excepciones a esta teoría, por ejemplo, cuando dos palomas emparejadas son iguales en el plumaje, (según esta teoría debe evitarse en la medida de lo posible). En caso de que ocurra se debe procurar que las dos presente en los ojos círculos de correlación diferentes.
Se obtienen igualmente buenos resultados cuando el plumaje de la hembra es similar a la madre del macho, siempre y cuando el macho sea una paloma extra bajo cualquier tipo de rendimiento y el padre sea un buen viajero.
Puntualització; Aquest article ens ha semblat interessant simplement perquè explica una teoria més de les tantes que existeixen al món de la colombofilia. A partir d’ací, cadascú dels lectors, com és lògic, considerarà segons els seus criteris i experiències si és certa o no, si hi ha que tenir-la en consideració o simplement ignorar-la...