dimecres, 5 d’octubre del 2011

ONCE PLUMAS REMERAS EN EL ALA. ¿Portento físico o mal formación? Por Francisco Bellver

La verdad es que cuando un colombófilo examinando el plumaje de sus palomas, hace el descubrimiento de ver y contar 11 plumas en el ala ó en ambas alas en una de sus palomas, le invade una emoción indescriptible, tanto que en muchas ocasiones solo por dicho acontecimiento pasa su paloma de "11 plumas remeras" al cuadro reproductor sin haber tenido una vida o un currículum deportivo positivo.

Hay que aclarar que lo normal en una paloma es que tenga 10 plumas remeras en ambas alas y que el hecho excepcional de que la naturaleza dote de 11 plumas a una paloma, ni científicamente,  ni aerodinámicamente, ni deportivamente se ha demostrado que este hecho la haga más veloz, más resistente, y aún menos que tenga una cualidad superior a otra paloma de 10 plumas. Por otro lado si solo es una de las alas la agraciada con 11 y la otra con 10, lleva a la paloma a estar desequilibrada físicamente y aerodinámicamente perjudicándole en su vida deportiva.

En cambio sí esta constatado científicamente que el hecho de tener 11 plumas en el ala es tan solo una mal formación genética debido al alto nivel de consanguinidad existente en algunas líneas de palomas mensajeras, encontrándose muchos casos  palomas con "11 plumas remeras" en líneas como la Bricoux y la Jan Aarden (en especial en las Van Geel).

Otro tipo de mal formaciones que pueden encontrarse en palomas mensajeras son el "Kuip o Topete" (cresta o moño) que es fácil encontrar el la línea Kuipers, también se considera una mal formación genética debido a la consanguinidad la "Corbata" ( plumas rizadas en el buche).

Ninguna de estas mal formaciones afecta negativamente a la vida deportiva de las palomas mensajeras, otras mal formaciones raras pueden darse en las patas o en los dedos de las palomas.

La consanguinidad entre palomas de una misma familia es practicada por la mayoría de los colombófilos para perpetuar en sus palomas el mayor % de los genes maternos o paternos de una paloma campeona o de una linea de palomas campeonas, pero la naturaleza es muy caprichosa y a veces dota de estas rarezas a una paloma sin que ninguno de sus ambos progenitores posean tal rasgo distintivo.
Hay que decir que existen otras razas de palomas que por su especie tienen algun distintivo como puede ser el topete, la corbatilla o alguna otra rareza en el plumaje.